Netlabel es un sello discográfico en la red, parece obvio, pero quizás es menos obvio parte de las ideas que se desarrollan en un netlabel. La mayoría son asociaciones o agrupaciones de músicos con deseos de distribuir su obra, ya que los canales de distribuciones normales no suelen aceptar su trabajo, no por calidad, sino por ser una obra no destinada al 'gran publico'. Normalmente suelen ser sub-estilos de música electrónica por donde se mueven estos sellos discográficos virtuales. Dada su naturaleza underground podemos escuchar mucha vanguardia y experimentación. Aunque no solo de música se nutren los netlabels, existe una cadena de artistas gráficos y visuales asociados a estas agrupaciones aportando: carátulas, diseños web, flyers, videoactuaciones, camisetas...
Dado que el principal objetivo es distribuir música, la mayoría utiliza licencias Creative Commons para registrar la obra de manera legal, así se obtiene mayor flexibilidad a la hora de distribuir cada trabajo.
La pregunta es obvia... ¿si estos artistas regalan su música, como es posible que sigan creando? ¿de que viven? En principio es cierto que mucho dinero no pueden ganar, pero creo que hoy en día el mundo de la música no está hecho para ganar dinero, si antes el sector ya estaba en crisis, después del estallido de la burbuja está en una crisis mas profunda. Con esto de la crisis no estoy de acuerdo en lo que algunos califican como "crisis de creatividad: como no hay dinero, no hay música" creo que los netlabel son el claro ejemplo de esta falsedad y de que la creatividad que existe.
El modelo de negocio se basa en vender mercadotecnia asociada al netlabel y los artistas. Las actuaciones son una parte fundamental en este modelo, ya que los artistas sí cobran por sus directos. En algunos casos organizan talleres, cuando logran ser apoyados mediante fondos públicos o privados, de creación sonora o visual, informática o diseño, o alguna actividad asociada al netlabel.
Creo que este tipo de iniciativas ayudan a mejorar la mala imagen sobre las descargas en internet, hacen posible un modelo de negocio que las grandes discográficas se niegan a aceptar y es el caldo de cultivo perfecto para encontrar músicos que no se dejan llevar por clichés.
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